Siempre impulsivo, mi carácter me hacía reventar en cólera tras un cúmulo de provocaciones.
La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día me aconsejaron, en una explosión de ira, que cogiera un papel liso.
Y me dijo:
- ESTRUJA LO
Obedeciendo, hice un bola con el papel.
Luego, dijo:
- Déjalo como estaba antes.
Por supuesto no puede dejarlo como estaba.
Por más que trate, el papel quedo lleno de arrugas.
Entonces me dijo:
- El corazón de las personas es como ese papel. La impresión que dejas es ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel.
Aunque intentemos enmendar el error, ya estará "Marcado"
Por impulso nos enojamos y arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos arrepentimos. Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedó grabado. Y lo más triste es que dejamos "arrugas" en muchos corazones...
[Desde entonces, sé que hay que ser más comprensivo y más paciente, ya que hay palabras que duelen mas que cualquier cosa...]
Graaacias por acordarte de mi :) Me agrada saber que no quedé en el olvido,al igual que mi Blog por desgracia.
ResponderEliminarActualizaré próximamente
Un Beso! :)